"Es una larga historia, según lo que le ha contado su madre, a manera de anécdota exagerada, ya que no registraba aún esa sensación que manifestaba a los 6 ó 7 meses de nacido, que al oír una canción de música llanera, comenzaba a agitar sus manos, manoteando las cabuyeras del chinchorro, que quizás si hubiesen tenido armonía, ahí mismo habría marcado sus primeros arpegios"
Nacido en San Rafael de Atamaica, Apure, con residencia en El tigre donde se dedica a impartir clases de arpa para la Fundación de Identidad Nacional "Fundateo", Alexis Ojeda es de conversación breve. Considera que Juan Vicente Torrealba y el "Indio" Figueredo, cada uno hizo aportes fundamentales al folklore venezolano. Pero sus grandes maestros son la constancia y el amor en lo que se hace, a lo que se le agrega la humildad y todas esas virtudes que corona con la bendición que a diario pide a Dios.
No cree en los prejuicios que el arpa es solo para tocar seis por derecho y pasaje. El arpa como todo instrumento musical conserva un idioma infinito. De ahí que en cualquier momento, uno inventa un golpe, cualquier música inédita sin precisar.
"...Los golpes que la gente quiere y está siempre en el corazón de todos los llaneros, son el gabán, zumba que zumba, pajarillo... algo que no se puede borrar tan fácilmente, mientras existan 32 cuerdas en el arpa criolla..."
|